Al principio, desde la creación del universo, espíritus buenos y puros nacieron, sin embargo, un gran mal se engendró también: el demiurgo, hambriento de poder con gran ambición e infinita crueldad. Este creía que la oscuridad debía ser reinada por él y sus hijos, creaciones propias con las que trató de vencer a la luz de las estrellas para así mantener en la ignorancia absoluta a los seres del universo, pero... su despiadado plan fracasó. Seres de diferentes constelaciones capaces de dominar las dos energías, la masculina como la femenina, lo impidieron. Seres mejor conocidos como: TWIN FLAMES.
